
Cierto día, cuando me encontraba devorando un venado que había logrado cazar con mucho esfuerzo, apareció de pronto Tabaqui, el "Lameplatos". Escucha con atención lo que conversamos:
Tabaqui:- Tal vez sea como tú dices, pero yo no aprendí a tiempo a cuidar de mi cuerpo. Ahora estoy hambriento y te insisto… ¡los restos de tu venado se ven sabrosos!

Bagheera;-¡Torpe Tabaqui! Nunca es tarde para que aprendas a cuidar tu cuerpo. Te aseguro que si lo logras cambiará tu vida.
Tabaqui:-¡Qué fortuna la tuya, Bagheera! Tus patas son firmes y veloces y el alimento nunca te falta.
Bagheera:¿Qué andas buscando decirme, chacal?
Tabaqui:-¡Ay! La Naturaleza me ha dado un cuerpo enclenque y una débil voluntad. ¡Agrr! No sabes cuánto me g

Bagheera:-Dewanee, la locura, es la que te hace hablar de esa manera, torpe chacal. No culpes a la Naturaleza. Todos saben que el cuerpo se debe cuidar y fortalecer con trabajo y paciencia. Cada uno es responsable de su propio cuerpo. ¡Mira a tu alrededor! Todas las mañanas puedes ver a Hathi el elefante llevando a sus pequeños al río para lavarlos y enseñarles a mantenerse limpios. Miles de los nuestros corren diariamen

¿Cómo pretendes tú tener un cuerpo fuerte y ágil si eres un holgazán y te alimentas de porquerías?
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